Eras tú desde siempre

 

De pronto trono y el cielo rompió en llanto

el día en penumbra simulaba una noche
 

y era la fresca brisa vagabunda en las calles
 

todo propicio para un poco de arte.
 

 

Mas no era ni la lluvia ni los estruendos
 

ni la fresca brisa, ni la penumbra del día.
 

ni el otoño, ni yo, ni el arte siquiera
 

eras tú en mi cabeza.
 

De repente, ahora como antes,
 

eras tú de nuevo implantando tu imperio

 

en mis pensamientos.
 

Eras tú fecundando mis versos.
 

Eras tú quien se hacía presente
 

Fuiste tú siempre... eras tú ahora.
 

Eras tú y como siempre ausente.

 

     Reniel Floyer