top of page
Featured Posts
Recent Posts
Search By Tags
No hay tags aún.
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic

El protagonista de tu propia historia


Lo que recuerdo de mi adolescencia y parte de mi niñez, hasta hoy día, es que siempre viví persiguiendo un sueño determinado, claro que los proyectos y planes fueron cambiando en su mayoría, otros siguen ahí pero ya con una visión más madura, en fin, el hecho es que siempre tuve “algo por qué luchar”. Algunos pensaran que fui o soy muy iluso, otros tal vez admiren esa particularidad mía, el hecho es que no conozco la vida vivida sin un gran sueño que alcanzar, desconozco lo que es vivir solo por vivir.

Hoy día incluso son muchos más proyectos que tengo en mente que quisiera realizar y por los cuales trato de avanzar cada día un poco más.

Hubieron metas que conseguí alcanzar, otras que siguen pendientes y algunas que simplemente tuve que reconocer que no pueden ser.

Tal vez vivir así, con algo a que aspirar siempre fue un factor determinante para evitar caer en la autodestrucción de los vicios, y más con un espíritu tan rebelde como el mío, que difícilmente hubiese podido yo mismo dominar si cayese en vicios tan absorbentes como drogas, lujuria, pornografía, tabaco, alcohol, etc. etc.

No soy quien para juzgar la vida de otros, ni mucho menos pretendo poner la mía como ejemplo, solo reflexiono un poco sobre ésto queriendo decirle al lector que una vida con planes y proyectos, con sueños y deseos que perseguir y alcanzar, muy probablemente no te dé tiempo de meterte en otras cosas que puedan resultar dañinas para tu vida.

Y no basta con un sueño que alcanzar, sino varios, ir tachando la lista de a poco, sin apurarse pero sin dejarse estar tampoco. Tachar la lista es también saber reconocer cuando, a veces, y muy pocas veces, uno deba entender que tal o cual proyecto no debe de ser, ojo! tampoco pasa por llenarse de ideas e ir saltando de una a otra, sino más bien aferrarse a un sueño e intentar por todos los medios posibles, nobles y correctos, hacerlos realidad y a la par tener ya el siguiente plan y paso a seguir.

Como te darás cuenta, ese ritmo de vida no te permitirá ocupar tu tiempo en banalidades que puedan hacerte mal.

Así como dije antes, no conozco una vida vivida sin norte, sin nada que pretender, solo vivir por vivir, por ello no puedo juzgar a quien decida vivir así, pero si conozco la vida llena de sueños, claro que también tiene sus frustraciones, sus desilusiones, sus heridas, pero al menos, pasado el dolor, pasada la tormenta, uno da un suspiro y ahí está nuevamente el motivo para seguir vivo, y sigue la vida, con más fuerza, soñando y luchando por que el sueño se haga realidad.

No dejes de hacer planes, no dejes de tener proyectos, y si no los tienes, proponte desde ahora ir armándolos, la vida merece vivirla siendo el protagonista de tu propia historia, y no un mero espectador de las circunstancias respirando al amargo aire de la desidia. No es un llamado a la monotonía, a la rutina, a ´planear´ todos y cada uno de los pasos a dar, no, claro que la espontaneidad es buena también, el llamado es a no dejarse estar, quedando varado a un costado del camino mirando la vida pasar...

En fin, no es un llamado a tenerlo todo calculado, es un llamado a tener sueños y esperanzas, motivos para luchar, para levantarse cada día, motivos para vivir... un llamado a vivir la vida. Saludos!

Reniel Floyer

bottom of page